En Atenas había un festival especial reservado para limpiar y cuidar a la Diosa que patrocinaba la ciudad, los griegos hacían esta limpieza con todas las Divinidades pero nunca nadie más que Atenea tuvo un festival dedicado en su honor con este fin, «Kallunteria y Plunteria».
Lo primero que se hacía era limpiar el Templo de forma exhaustiva, después la estatua que representaba a Atenea Polias, patrona de la Ciudad, era atendida por las sacerdotisas que le quitaban el peplo y las joyas para limpiarlas, estas se envolvían y se llevaban con sumo cuidado y en procesión hasta el lugar de lavado. La procesión estaba encabezada por una mujer llevando en una cesta llena de pasteles de higo, que es un antiguo símbolo de fertilidad y que es el primer alimento del año en cultivarse, estos dulces se dejaban a la orilla del rio y mientras hombres jóvenes Epheboi acompañaban la estatua de la Diosa hasta el Mar Egeo, donde la esperaban las Loutrides, dos jóvenes muchachas que eran las encargadas de su limpieza. El peplo era purificado a su vez por un sacerdote.
Esa misma noche, la Diosa era devuelta al Templo, entre antorchas en una procesión y de nuevo vestida alli se vestida y adornadaba con sus joyas. Solo a las Loutrides y a las sacerdotisas que vestían y desvestían a la Diosa les era permitido verla desnuda.
Se consideraba que la Diosa ese día estaba ausente en la ciudad por lo que traía mala suerte, apophras. Lo cual en Atenas no debía ser muy alentador ya que la mirada de la Diosa era su más preciado regalo y su amor por Ella era infinito, solo hay que ver el Partenon o las fiestas que le eran celebradas en su honor. Pero además de esto, este día marcaba un final, aunque el año oficial termina dentro de un mes, en la antigüedad este año rompía la normalidad del día a día dejando un período de tiempo vacío antes del nuevo ciclo.
¿Que hacer en la Kallunteria y Plunteria actual?
Nosotras aprovechamos para realizar una limpieza de primavera fuerte y por supuesto para atender a las estatuas de Atenea que tenemos en casa y sus altares. Mi hijo pequeño la lleva hasta un cuenco con agua con sal y nosotras mientras purificamos el peplo, luego limpiamos a la Diosa con un paño de lino y la devolvemos a su altar con todas sus ofrendas. Procuramos llevar higos y frutillas de ofrenda al rio que tenemos al lado de casa y celebrar la vuelta de la Diosa a los altares con una buena merienda de algo dulce. También al devolver la estatua a su sitio hacemos una invocación y encendemos una vela que intentamos mantener y recuperar cada cumpleaños simbólico de la Diosa durante el resto del año 😉
Feliz festival de la Limpieza!
Que Atenea os guarde y acompañe vuestros pasos!
Kaia A.