En el día 27 del mes Gamelion, celebramos la unión sagrada entre Zeus y Hera. Esperamos que os sea de utilidad 🙂
ACTUALIZACIÓN 13/01/2014
Hemos reestructurado un poco el ritual ya que nuestro camino ha avanzado y ahora hemos aprendido otras formas de hacer las cosas. Este ritual no sería posible sin Labrys, la comunidad helénica de Atenas que nos ha acogido siempre de maravilla y de la que hemos aprendido tanto. Como siempre es solo una sugerencia para que puedas ayudarte en el tuyo propio.
Preparación:
Altar: El altar puede tener una representación o una foto de ambas deidades. Ofrendas relacionadas con ambos, un bol donde libar que tenga cebada en el fondo ( nosotros también añadimos en general cualquier hierba de fuego, para simbolizar la hoguera donde los antiguos Helenos quemaban sus libaciones), vino y una copa. También nosotros preparamos un incienso para la ocasión a gusto con ambas deidades y un elemento de fuego, ya sea una lampara de aceite o un velón/velas etc… Puedes poner flores o cosas que te recuerden al matrimonio y si te vas a casar, te has casado o vas a casarte, algo que simbolice tu propia pareja para que Hera deposite sus bendiciones en vosotros como Diosa del Matrimonio.Si puedes mantener un fuego encendido durante todo el ritual, consigue cereal antes y quémalo en el como ofrenda. Al ofrendar las cosas, puedes ponerlas directamente en la hoguera o mantenerlas sobre el altar, como prefieras, en este caso las libaciones también se harían sobre el fuego.
Dentro del mismo altar o en un sitio cercano hay que poner una vela encendida para Hestia. En nuestra casa el fuego de Hestia está presente de forma incombustible durante todo el dia pero en rituales especiales encendemos una vela más que simboliza su presencia en el ritual.
Hay que preparar un pequeño bol con agua con un paño para lavar las manos lejos del altar. Tiene que ser agua pura, libre de productos químicos por lo que es ideal que sea agua de manantial o agua purificada con fuego. Si en tu domicilio tienes el fuego de Hestia encendido, consagra el agua con un fósforo encendido en el fuego de Hestia. Si no lo tienes encendido, fuego normal es suficiente.
Otro tazón de agua tiene que ser consagrado y limpio para purificar el mismo altar, Este será portado por uno de los participantes hasta llegar a el en la procesión. Será en este bol donde el sacerdote meterá el cuchillo sagrado y lo purificará para limpiar el altar y el espacio donde se va a oficiar la ceremonia.
Lávate las manos y la cara con el bol de agua que has designado para ello, alejado del altar. Tómalas ofrendas que quieras entregar a los Dioses y llévalas en procesión hasta el altar. Procesión con música. Llevaremos hojas de hiedra como representación tradicional de Dionisio, así como una vela cada una como representación de las antorchas que portaban las ménades. Colócalas. Enciende una llama para llamar al fuego de Hestia. Cuando la hayas encendido lee el siguiente himno:
¡Oh Hestia! Que en la divinal Pilos proteges la sagrada mansión del soberano Apolo! El que hiere de lejos; de tus trenzas fluye siempre húmedo aceite. Ven a esta casa, ven con ánimo benévolo en compañia del próvido Zeus, y al mismo tiempo da gracia a mi canto.
(Himno homérico XXIV)
Libación a Hestia.
Purificación.
Con un cuchillo sagrado o con tus propias manos toma agua del bol que has traido hata el altar. Purifica las ofrendas y todo lo que está alrededor recitando.
EKAS EKAS OSTIS ALITROS! (X7 VECES, todos juntos).
Mientras el sacerdote dice:
¡Oh gran señor Apolo, que todo lo purificas! Deja que tus aguas limpien y consagren este espacio sagrado. Por lo que es puro y limpio, aleja de el todo lo profano!
APERTURA (Llamada a todos los Dioses).
ΑΝΟΙΓΜΑ
Κλύτε ώ Μάκαρες Θεοί, θνητών έξοχοι φίλοι
κραταιόν του Κόσμου στήριγμα,
κλύτε Αθάνατοι Θεοί και χάριν σπονδών
δότε βροτοίς, πάσης παιδείης Αρετήν
μεγίστην ευτυχίαν και περιπόθητον ευδαιμονίαν.
Libación a todos los Dioses.
HIMNO AL DIOS LOCAL: HERAKLES
Heracles de ánimo fuerte, vigoroso, valeroso Titán, de poderosas manos, indomable, abrumado por duras pruebas, de cambiantes formas, padre del tiempo, eterno y benévolo; inefable, áspero, ansiado en las plegarias, todopoderoso, de corazón robusto, grandiosa fuerza, arquero, adivino, voraz, padre de todo, excelso, socorredor de todos, porque, con tu acoso, acabaste con los seres salvajes en beneficio de los mortales, ya que deseas la paz que favorece el crecimiento de los muchachos y reporta brillantes honores. Autoengendrado, infatigable, poderoso retoño de la tierra , que resplandeces con primigenios destellos, gloriosísimo Peón, que en tu cabeza llevas la aurora y la negra noche, al emprender tus doce trabajos desde Oriente hasta Occidente. Inmortal, expertísimo, infinito e inmóvil; ven, afortunado, aportando todos los ensalmos contra las enfermedades y, blandiendo una rama en tu mano, aleja los funestos infortunios y, con tus aladas flechas, desvía los presagios perniciosos.
HIMNOS:
Padre Zeus, que mueves un mundo de rojizos resplandores y celestes rutas , y lanzas el grandioso brillo del etéreo relámpago; sacudes la sede de los bienaventurados con los sagrados truenos, enciendes el ardiente relámpago en los arroyos totalmente cubiertos de nubes ; lanzas, en estruendosos resplandores, tempestades, lluvias, ardientes y poderosos rayos, a los que, con dardos, envuelves totalmente resplandecientes, poderosos, terribles y broncos; alado y terrible instrumento que sobresalta el corazón y eriza los cabellos. Súbito, estruendoso, invencible y sagrado proyectil, con giros de inmenso estrépito; voraz en su impulso, irrompible, violento, agudo e irresistible dardo celestial del huracán, atributo del ardiente lanzador, ante quien tiembla, cuando está en todo su esplendor, la tierra y el mar, y temen las fieras, cuando el estruendo llega a sus oídos. Tu rostro resplandece con destellos y el rayo retumba en la bóveda del firmamento; rasgas la túnica, velo celestial, y lanzas el ardiente rayo. Mas, ea, afortunado tu cólera en las aguas del mar y en las cimas de los montes; todos conocemos tu poder. Contento, sin embargo, con las libaciones, concede a nuestra mente un equilibrio total, una vida dichosa, una salud regia, igualmente, una paz de dioses, nutridora de jóvenes y de ilustre honor, y una existencia que siempre se desarrolle entre razones justas.
Genitó x3.
Libación a Zeus.
XVI. A HERA
Aposentándote en azuladas oquedades, aeromorfa, augusta Hera, feliz esposa de Zeus, ofreces a los humanos auras propicias que nutren sus almas. Madre de la lluvia, alentadora de vientos, engendradora de todo, porque, sin ti, ninguna cosa logra por entero la carta de naturaleza de su existencia, ya que en todo participas, envuelta en prodigiosa atmósfera. Pues tú sola lo dominas y gobiernas todo, moviéndote en corrientes que producen por los aires. Ea, pues, bienaventurada, gloriosa y augusta diosa, ven, te lo ruego, propicia, reflejando alegría en tu bello rostro.
Genito x3
Libación a Hera.
Oraciones:
(Aqui puedes introducir tu propia forma de dar las gracias)
Clemente Hera, esposa de Zeus, el que truena!
Que has mostrado fidelidad a tu compañero
y rechazas a quien mancilla la unión sagrada.
Bendita reina de todos los Dioses!
Nos acercamos a ti en este santuario
para presentar nuestros respetos ante lo que esta unión significa.
Tronante Zeus! Esposo de Hera, sentada en el trono de Oro!
Tu, que eres el rey de los Dioses y el consejero supremo
Tu, que eres el Gran Juez y el sostenedor de lo más santo!
Venimos ante ti para agradecerte tus bendiciones
y el habernos otorgado una compañera tan fiel como la tuya propia
con quien me acerco a ti hoy, para honraros en vuestro matrimonio!
Genito
Es la imagen de Hera en el altar Olímpico de nuestro hogar
HIMNO A HESTIA
Soberana Hestia, hija del poderoso Crono, que ocupas el centro del hogar, esto es, donde se encuentra el fuego perenne y grandioso. A estos sacerdotes de tus misterios conságralos, te lo ruego, manteniéndolos siempre jóvenes, dichosos, sensatos y castos. Mansión de los dioses bienaventurados y poderoso sostén de los mortales, eterna, multiforme, ansiada y de aspecto de verde hierba. Sonriente y afortunada, acepta cordialmente estos sacrificios, insuflándonos felicidad y una salud dulcificante.